Atlantis presenta su nuevo concurso literario de novela romántica «SEX & LOVE»







Echa un vistazo en el siguiente enlace a los últimos títulos románticos publicados en Ediciones Atlantis: https://www.edicionesatlantis.com/categoria/novela-romantica/
Echa un vistazo en el siguiente enlace a los últimos títulos románticos publicados en Ediciones Atlantis: https://www.edicionesatlantis.com/categoria/novela-romantica/
La entrega de premios tendrá lugar el próximo 30 de septiembre a las 19.40 horas, en la Biblioteca Pública Municipal Iván de Vargas, en la calle San Justo nº 5. Metro de Ópera.
El evento formará parte de la programación oficial de la III Edición del Festival Literario Octubre Negro en Madrid, y estará presidido por el jurado, conformado por los escritores José Luis Muñoz y José Vaccaro, y el comisario del festival, J. D. Álvarez.
Nos encantará contar con tu asistencia.
Igualmente, estás invitado a disfrutar de todos los actos que se desarrollarán durante los tres días del Festival, cuya programación puedes ver en el siguiente enlace:
https://octubrenegro.es/programacion/
Como ves, se van a tratar un puñado de temas apasionantes. Todos ellos relacionados, en mayor o menor medida, con la novela negra que tanto amamos.
El Festival contará con la presencia de una serie de invitados de auténtico lujo, personalidades del mundo de la literatura y la cultura en general, que puedes conocer en este otro enlace:
https://octubrenegro.es/invitados/
Sin más, recordarte una vez más que ¡te esperamos!
El 26 de mayo a las 19.30 horas en el Resto Bar Atic de Valencia, tuvo lugar la divertidísima, y algo alocada, presentación del libro ‘Historias inhumanas‘ de Alfonso Aguado, publicado en la Serie Gong de Ediciones Atlantis.
En su libro, Alfonso Aguado, líder del mítico grupo Los inhumanos, hace uso de su personal e irreverente prosa para contar algunas de las historias más divertidas y alucinantes en la trayectoria de la exitosa banda.
En la presentación, además del autor y líder de Los inhumanos Alfonso Aguado, estuvieron presentes Javier García-Pelayo, jefe de producción de SERIE GONG, Montaña Vázquez, responsable de comunicación y José María Pachón, coordinador de promoción.
¡Ah! Tampoco se lo quiso perder el gran Fernando Esteso.
El reconocido escritor Javier Sierra, premio Planeta del año 2017, y autor de libros tan populares como ‘La cena secreta’, ‘El ángel perdido’ o ‘El maestro del Prado’, ha escrito el prólogo de la novela de ficción histórica e intriga Sin alma, de Julio R. Naranjo.
Sin alma narra la historia de un lugar maldito, en el contexto de la Guerra Civil Española. Una oscura novela de terror y locura que, no obstante, mantiene un lugar para la esperanza.
Sin alma, una novela de Julio R. Naranjo. (www.edicionesatlantis.com)
A los de mi generación la Guerra Civil española nos pilla algo lejos. Crecimos durante la Transición y los ecos que nos llegaban de ella eran casi siempre por boca de los abuelos. El hambre, la miseria, y sobre todo el miedo, afloraban en sus relatos cargándolos de sombras funestas en las mejores sobremesas familiares. “¡Madre, déjelo ya! No asuste a los niños”, oía protestar a mamá mientras la yaya se encogía en un extremo de la mesa de Navidad, seguramente con las sirenas de las alarmas antiaéreas todavía zumbando en sus tímpanos.
A mi hermano y a mí esas historias nunca nos afectaron, la verdad. La guerra que teníamos en la cabeza era la que veíamos en las películas del Séptimo de Caballería o en Star Wars, donde siempre estaba claro dónde estaban los “buenos” y los “malos”. Nuestros juegos con soldaditos de plástico reforzaban esa idea, y los pobres indios o los stormtroopers del Imperio se llevaban casi siempre la peor parte en las batallas incruentas que librábamos en el patio de casa.
Un día, sin embargo, la Guerra Civil se hizo presente. Lo recuerdo muy bien. Ocurrió durante uno de aquellos largos veranos que pasábamos a las afueras de mi Teruel natal. Mi ciudad, como le sucedió a la Celtiberia que retrata esta novela en las cercanas tierras de Guadalajara, fue escenario de algunos de los combates más cruentos de la contienda. Yo no lo sabía. O no me importaba, que viene a ser casi lo mismo. Mi atención estaba entonces focalizada en cómo sacarle más partido a mi flamante Motoretta roja y en qué caminos de arcilla iba a ponerla a prueba con mi pandilla. El caso es que en una de aquellas salidas, Pedro -un crío de diez años, más fuerte y grandote que yo- rodó por un terraplén y acabó estrellándose en el fondo de una zanja. Salió del agujero hecho un Ecce Homo, con las piernas cubiertas de arañazos y sangrando por todas partes. “¡La culpa es de esto!”, lloriqueó. Y extendiendo sus manos, nos mostró un puñado de piezas metálicas ennegrecidas, algunas con estrías y otras dobladas de forma extraña, que nos dejaron ojipláticos.
Recuerdo haber descendido al lugar del accidente como pude y recuperado un buen puñado de aquellos hierrecillos. Estaban por todas partes. Dispersos pero presentes. “¡Igual valen algo!”, saltó Willy, otro de los chicos de la cuadrilla, ajeno a los quejidos de Pedro. “Conozco un chatarrero que te dará unos duros si le llevas piezas de metal”, añadió para animarlo.
Fui yo el que le mostró aquel tesoro a mis padres. Y fueron ellos los que, demudados, nos exigieron saber de dónde habíamos sacado aquello. Nos contaron que aquella zona fue, en 1937, una de las zonas de la ciudad donde se habían librado combates en la Guerra Civil y que la zanja que habíamos descubierto debía de ser una vieja trinchera llena de metralla. “¡Y puede quedar aún alguna bomba sin explotar!”, me advirtieron asustados.
De repente, el brillo de sus pupilas hizo que aquella guerra dejara de ser lejana y abstracta. El desinterés que nos provocaba mutó en temor y fascinación, y mi pandilla y yo comprendimos que estábamos jugando sobre el escenario de un horror del que iba a sernos difícil alejarnos.
Con el tiempo llegaron las lecturas sobre la guerra. En el colegio, pocas. Pero después, en la Universidad, los ensayos y artículos sobre el fratricidio nacional empezaron a desfilar ante mis ojos con implacable periodicidad. Las descripciones históricas, las cifras de muertos o de pérdidas materiales, las disputas políticas que desembocaron en la barbarie fueron impactando como balas perdidas en mi conciencia. “¡Madre, déjelo ya!”, volvía a escuchar como el eco de tiempos lejanos. Pero esta vez era yo el que no quería dejarlo. Luego llegaron las novelas. La secuencia también se me antojó infinita. Soldados de Salamina, La mula, Por quién doblan las campanas, La voz dormida… Y así los renglones de la historia se convirtieron en lágrimas.
Hacía mucho, por cierto, que no derramaba ninguna. Decidí alejarme de la Guerra Civil cuando me convertí en escritor. Sustituí la miseria humana por el misterio. Me parecía éste más luminoso, más esperanzador, aunque a menudo estuviese también teñido de negro. Pero, en mitad de ese exilio lector, ha llegado a mis manos esta novela… y he vuelto a reconectarme con la tragedia. Con los ajusticiados. Con el olor a muerte. Las fosas comunes. La desesperación. Y he vuelto a escuchar el susurro de mi abuela, los respingos de mi madre por callarla, el relato de las trincheras de Teruel y hasta el ulular del cierzo sobre los campos de batalla de Pastrana que describe Julio Naranjo en las líneas que siguen. Pero, sobre todo, me ha recordado cómo en las historias donde hay un dolor profundo, salvaje y atávico, se gesta siempre el caldo del malditismo. El Mal emerge inclemente como una bestia con voluntad propia. Es un alma desalmada capaz de impregnar lugares y familias enteras. Un virus que lo altera todo, que no se deteriora con el paso del tiempo ni le importa habitar en la Alcarria o en Texas, y del que es casi imposible apartarse.
He comprendido –como lo harás tú, lector, al transitar las páginas que te aguardan– que es inevitable no sentirse parte de esa u otras guerras y no escuchar el grito de nuestros muertos clamando desde el más allá… “¡Nunca más!”
Ojalá les hagamos caso. Ese día habremos vencido a la Bestia. Habremos recordado que nuestra conciencia no está en manos del “lado oscuro”. Y no seremos un “sin alma” como alguno de los personajes que están a punto de salirte al paso.
Javier Sierra
Otoño de 2020
Nada menos que once años ya los que llevamos celebrando los ‘Premios Atlantis Isla de las Letras’, realizando un esfuerzo notable del que nos sentimos muy orgullosos. Porque, sin mucho ruido, estos premios se han convertido en un referente ineludible y todo un termómetro de la calidad literaria en nuestro país.
En este año tan atípico, la ceremonia ha tenido lugar en la Biblioteca Eugenio Trías del madrileño parque del Retiro, formando parte de la programación oficial del festival de novela Octubre Negro en Madrid.
Un año más, el acto ha estado dirigido por el editor de Ediciones Atlantis, J. D. Álvarez, también comisario del Festival Octubre Negro en Madrid.
Cada género contó con un jurado específico, y este ha seleccionado con absoluta libertad la novela ganadora y el accésit. El jurado estuvo formado por: Teresa Abedul, César de la Lama, Antonio Castillo Olivares-Reixa, José Vaccaro Ruiz, Rosa Sánchez y Ignacio Martín Sequeros.
Primer premio: Sangre de reyes, de Álvaro Minero Calvo.
Accésit: La hija de las estrellas, de Silvia Sáez Espert.
Finalistas:
Primer premio: El último cerco, de José Villalba Garrote.
Accésit: El cuaderno de Ninoche, de Francisco Molera.
Finalista:
Primer premio: Los recuerdos del silencio, de Eduardo Bartrina.
Accésit: Errando en la jungla, de Jorge Ortega García.
Finalistas:
Primer premio: Metamorfosis de un caracol, de Encarna Nogales Expósito.
Accésit: ¡Nunca más!, de Sergio Varela.
Finalistas:
Primer premio: Somnium. Zaro Balder y los detectives del sueño, de Arturo Llamas.
Accésit: SOS España, de E. D. Casero.
Finalistas:
Primer premio: La libreta de Andrei, de Gerardo Centeno.
Accésit: La voz del ángel, de Lola Martínez.
Finalistas:
El clásico programa divulgativo de TVE ‘La aventura del saber‘, ha efectuado una entrevista, con motivo del festival de novela Octubre Negro en Madrid a su comisario, y editor de Ediciones Atlantis, J. D. Álvarez, así como a los participantes María José García Molina y Gabriel Monte Vado.
El festival, ya en su segunda edición, es un referente para los numerosos amantes de la novela negra, el crimen y la investigación policial.
No te pierdas la entrevista. PINCHA AQUÍ.
Gonzalo García Pelayo, mítico productor musical de grupos legendarios como Triana y de cantautores como Labordeta, Carlos Cano, Hilario Camacho o Luis Pastor, entre otros muchos, nos habla de esta nueva aventura cultural de la mano de Ediciones Atlantis.
A través de su SELLO GONG, Gonzalo es considerado uno de los creadores del sonido del rock andaluz y se introduce de esta forma en un sector tan complejo como el editorial.
En Ediciones Atlantis nos sentimos orgullosos y muy ilusionados de iniciar así esta nueva andadura, con una colección que promete convertirse en referente editorial en España.
La presentación oficial de la nueva colección de Ediciones Atlantis SERIE GONG tuvo lugar el jueves 5 de noviembre en la SGAE.
Y ya son once los años que Ediciones Atlantis lleva celebrando los ‘Premios Atlantis La Isla de las Letras’ y que, poco a poco, se están convirtiendo en todo un referente entre las citas literarias que tienen lugar en nuestro país. El objetivo principal: reconocer el talento entre las nuevas voces de la literatura española. Este año, tendremos una edición muy especial, ya que la entrega de los premios formará parte del programa oficial del Festival de novela Octubre Negro en Madrid. La cita será el próximo día 30 de octubre a las 19.35 horas, en la Biblioteca Eugenio Trías, en el Parque del Retiro de Madrid.
Público asistente a la edición del año pasado de los Premios Atlantis
Los siguientes títulos pertenecen a las novelas finalistas dentro de cada categoría, de entre las cuales el jurado seleccionará un ganador. Para conocer las bases del concurso pincha AQUÍ.
FANTÁSTICO
Batallas rosas / Carlos Jiménez Cuesta
Los archivos de Ehra / Gonzalo Herrero González
La hija de las estrellas / Silvia Sáez Espert
Sangre de reyes / Alvaro Minero Calvo
Las sucesoras / Enma Serra Salvador
Los emotiventos / Raquel Doncel
POLICÍACO, INTRIGA Y MISTERIO
Los recuerdos del silencio / Eduardo Bartrina
Las doncellas de la espía / Ángeles Chozas
Treinta y tres iglesias / José Antonio Martos
Al otro lado / Nuria Viedma Hervás
Isla zafiro / Félix González García
La rosa rouge / Ana Escolar Hernández
Errando en la jungla / Jorge Ortega García
HISTÓRICA
Hotel Reina Victoria / Rafael Andarias Esteban
El cuaderno de Ninoche / Francisco Molera
El último cerco / José Villalba Garrote
URBANA
Casting / Isidoro Fernández
Aquellos días / Fernando Jiménez Fornell
La libreta de Andrei / Gerardo Centeno
La tercera sala / Montse González de Diego
En el octavo día dios hizo el rock / Víctor Moreno
La voz del ángel / Lola Martínez
ROMÁNTICA
Imagínate conmigo / Mandy Melody
Nunca más / Sergio Varela
Mil pedazos de Victoria / Lola P. Rincón
Metamorfosis de un caracol / Encarna Nogales Expósito
El dibujo de Anna / Gisela Do Nascimiento López
Corazón Massai / Rafael Herce Díez
CIENCIA FICCIÓN
Historias de la confederación / J. P. Sánchez
La revelación de Ardanyus / Andrés Docampo
Herederos del universo / Ruy Vega
Somnium. Zaro Balder y los detectives del sueño / Arturo Llamas
Las islas vacías / Ricardo Pérez García
SOS España / E. D. Casero
Telemadrid se hace eco de la publicación de la primera obra en narrativa publicada en España acerca del Covid-19.
¿Qué puede ocurrirle a una familia encerrada durante 49 días en un pequeño piso del madrileño barrio de Lavapiés? Esta es la pregunta a la que Yago Arriaga trata de contestar con su libro, publicado en Ediciones Atlantis, ‘49 días. Crónicas de una pandemia‘.
El día a día, narrado en forma de diario, de una pareja y sus dos perros durante el estado de alama decretado por el Gobierno.
Y todo contado desde el amor, el humor, la reflexión, el cariño y la ternura que inspira ver a un enorme grupo humano ir sobreviviendo a un fenómeno absolutamente nuevo. Sí, un hecho histórico.
Gerardo Centeno ha vuelto a crear una novela fascinante en la que fusiona, con su maestría habitual, la novela negra y el deporte.
Si sus anteriores obras giraban en torno al ciclismo y al fútbol, en ‘Catorce largos a braza’ será la natación el deporte del que el autor se sirve para crear una endiablada trama de intriga.
La agencia de noticias Europa Press se ha hecho eco del lanzamiento, ofreciendo una nota muy completa.
Puedes leerla AQUÍ.
Catorce largos a braza, una novela de Gerardo Centeno. (www.edicionesatlantis.com)