El autor de «El Centinela de los Diomedea» nació en Salamanca y en esta ciudad pasó la niñez y buena parte de su juventud.

Faltando veintidós días para cumplir los dieciséis años, abandonó los estudios y comenzó a trabajar de aprendiz en un taller mecánico del automóvil. Los siguientes años fueron para él una búsqueda constante y de incertidumbre, seguramente en un intento de encontrar su lugar en la sociedad, pues estuvo a punto de irse de camionero a una mina de hierro a cielo abierto en Australia. Igualmente, le faltó muy poco para ser técnico mecánico de señales marítimas, es decir, el responsable de un faro en un islote perdido y aislado frente a la costa atlántica gallega.

Mientras tanto y como estas intentonas no prosperaron, para labrarse un porvenir estable y también que le satisficiera en lo personal, combinó el estudio con el trabajo y fruto de aquel esfuerzo, a la edad de veintiséis años logró aprobar la oposición de ayudante de maquinista en Renfe. Unos años más tarde de obtener el empleo en la compañía ferroviaria, se casó y fruto de aquella unión, nacieron dos niñas.

La vida por entonces parecía sonreírle, pero a la edad de cuarenta y dos años, tuvo la desgracia de enviudar. Aquella resultó ser una etapa muy difícil, ya que sus dos hijas tenían doce y ocho años respectivamente.

Sin embargo, ocho años después de aquella terrible experiencia y de una manera un tanto inesperada, de nuevo volvió a encontrar el amor. Durante treinta y cinco años, nuestro hombre fue maquinista principal de locomotoras y a lo largo de este dilatado periodo de tiempo, estuvo destinado en varias ciudades del centro y norte de España.

En el presente, está felizmente jubilado y tiene la enorme dicha de ser el abuelo de una preciosa niña. Liberado ya de los horarios, diremos poco convencionales de su trabajo y en compañía de su esposa, entre los años 2016 y 2017 hicieron un viaje en un camper de su propiedad, y durante unos intensos y fantásticos quince meses, recorrieron el continente americano de un extremo a otro. Desde la ciudad de Ushuaia, en la isla grande de la Tierra del Fuego en Argentina, hasta Nome, en el estado de Alaska. En la actualidad, y no tardando mucho, la pareja emprenderá una nueva aventura. Esta vez será en un camión, que preparado convenientemente para ello, los llevará allá donde puedan y les deje la complicada y enredada situación geopolítica que hay hoy en día.