A la edad de 14 años emigró a Venezuela junto a sus padres y hermanos, donde residió durante 50 años. De regreso a España, cayó en sus manos un periódico de Zaragoza de 1830 con la sentencia de un un pirata gallego, lo que le inspiró a la hora de desarrollar El testigo.

Ha tenido la oportunidad de viajar por otros países, por lo que a través de sus experiencias profesionales, ha conocido lugares, personajes  y modos de vida, siendo un asiduo e insaciable lector de diversos géneros, todo ello unido a su ávida inquietud de conocimientos.