Nació en Las Palmas de Gran Canaria. Con 20 años, se trasladó a Cádiz durante un tiempo, pero regresó a la isla, donde comenzó a intervalos las primeras páginas de este libro.

Tras el nacimiento de su hijo, retomó de nuevo el borrador del libro, volviendo a plasmar en papel sus teorías, pensamientos y dudas personales sobre el contenido de la Biblia, convirtiéndose años después en Diario de un dios. El último testamento.