Pertenece a una de esas generaciones hijas de la emigración, por lo que su juventud y buena parte de su vida transcurrió en Barcelona. Logró ingresar en un cuerpo especial de funcionarios del Estado y durante más de 35 años se dedicó profesionalmente a la Meteorología, ciencia en la que se especializó en observaciones aeronáuticas. Se confiesa un gran enamorado de España y de su inmensa cultura, una nación que si no conoce en su totalidad sí ha recorrido en gran parte de ella. Dice ser  un buen aficionado a la narrativa y la historia, de modo que las obras de autores destacados como Borges, Pérez-Reverte o García Márquez, entre otros muchos narradores, y Sánchez-Albornoz, Marcelo Capdeferro o Levi Provençal, entre los historiadores, ocupan un lugar preferente en su biblioteca. Dentro de la faceta historiográfica, las culturas del Oriente próximo y el mundo del islam han despertado siempre su interés, de ahí que acometiera la tarea de contarnos un relato novelado, documentado a fondo durante años, sobre la Hispania de principios del siglo VIII, cuando sucede la invasión musulmana.