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Cuando era tan pequeño como un ratón, el flequillo le tapaba los ojos y fue en esa época cuando empezaron a llamarle Ritarbeyu, ‘el pequeño guisante’, un rapaz en busca de aventuras y desventuras en su deambular por el mundo. Hoy día, con unos cuantos años más, lleva tupé y escribe sus propias historias, como esta que tienes entre las manos. Ha dejado sus viejos vinilos y aparcado el contrabajo en una esquina para crear esta novela. Marilyn desde los cielos quiere recibirte con un gran abrazo si tú lo deseas…