Nació en Bermeo (Vizcaya), en 1983.

Su pasión por la lectura se despertó a una temprana edad, pasión que se tradujo en la necesidad de plasmar sus propias ideas en forma de pequeños relatos y poesía.

Una cara sin rostro es su salto definitivo a la novela, un relato con tintes realistas, contado en primera persona, y que aborda temas tan actuales como el consumo de drogas entre adolescentes, todo ello enmarcado en una historia que no dejará indiferente a nadie.