El autor, que firma como Dolbach, fue bautizado, como tantos, sin su consentimiento. En ese acto le dieron otro nombre, pero ¿qué importa?

Nació unos meses antes de la primera Eurocopa de fútbol ganada por la selección española con aquel gol de Marcelino a Rusia que alegró tanto a aquella España.

Luego de nacer y comenzar a andar y la escuela y los trabajos del campo y más estudios y la mili, y más trabajos y amores y desamores, y… lo que tiene la vida, decidió volver a su pequeño pueblo natal (donde lo del bautizo), y ahí anda, con dieciocho gallinas y  la familia y escribiendo lo de este libro y otras cosas.