Alex Vargas cursó bachillerato de letras puras y posteriormente desarrolló todo tipo de trabajos hasta que descubrió que sabía escribir. Fue un período de gran desorientación, pero una desorientación en cierto modo creativa, puesto que coleccionó las historias que le permitieron verter sus primeros relatos al teclado del ordenador. Es un escritor autodidacta, aunque maestros tuvo muchos a causa de una precoz y voraz pasión por la lectura. Lo suyo es la prosa, el relato ante todo, aunque también escriba poemas por el mero placer de jugar con las palabras. En él se reúnen con singular fluidez los requisitos que hacen que un escritor sea escritor: la pasión por la lectura, la experiencia personal y la capacidad de observación. Todo para mostrarnos una galería de personajes entrañables, atrapados en las redes del Romanticismo.